Firme el llamamiento para hacer oficiales los primeros sábados de mes, como pidió Nuestra Señora de Fátima.
La carta se publicará en breve.
Firme el llamamiento al Papa Vicario de Cristo para que haga oficiales los primeros sábados de mes, como pidió Nuestra Señora de Fátima.
El 13 de julio de 1917, en la segunda aparición de Fátima, Nuestra Señora anunció dos condiciones para obtener la paz:
«Para evitar la guerra vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón ycomunión reparadora los primeros sábados.
Ocho años más tarde, el 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora se apareció a Sor Lucía (la vidente de Fátima) para lanzar los primeros sábados de mes en toda la Iglesia. Además de la aplicación inmediata de esta devoción por parte de los fieles, pidió al Papa, en relación con la consagración de Rusia, que hiciera un acto oficial recomendando la devoción de reparación el 1er sábado de mes en toda la Iglesia.
Mientras que la consagración de Rusia ya ha sido mencionada por muchos papas en diversos actos oficiales, los primeros sábados de mes, segunda condición necesaria para la paz, han sido olvidados hasta ahora. Sin embargo, es mucho lo que está en juego, porque los dramáticos cambios en la situación del mundo están indudablemente relacionados con el olvido de esta petición del Cielo.
El 13 de mayo de 2010, el Papa Benedicto XVI nos recordó que el carácter profético de Fátima es perfectamente actual. En este año 2025, celebramos 100 años desde que Nuestra Señora pidió estos primeros sábados de mes. Esta es una gran oportunidad para difundir finalmente esta devoción por todo el mundo y obtener el acto oficial del Papa, Vicario de Cristo, solicitado por Nuestra Señora de Fátima para obtener la paz.
Nosotros, fieles y clérigos de la Iglesia católica, pedimos por tanto que este acto oficial y solemne se lleve a cabo para recomendar los primeros sábados de mes en toda la Iglesia.
En previsión de este futuro acto oficial, también nos estamos movilizando para implantar y extender los primeros sábados de mes en toda la Iglesia.
En el año 2025, el destino del mundo es incierto, pero como dijo Santa Jacinta, la vidente de Fátima: «Nunca es demasiado tarde para recurrir a los Corazones de Jesús y de María».
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