Realice el1er sábado de forma independiente o si no puede desplazarse
1/ Realice los primeros sábados de forma independiente
Por supuesto, es posible realizar los Primeros Sábados por su cuenta sin formar parte de un grupo (porque no hay ningún grupo cerca, no desea crear uno o por motivos personales). En este caso, identifique un lugar de misa cercano y realice las 5 peticiones de Notre Dame por su cuenta (véase el folleto de los Primeros Sábados).
2/ Celebrar los primeros sábados a pesar de la imposibilidad de viajar o de contar con un sacerdote.
Puede haber circunstancias excepcionales en las que sea imposible recibir la comunión sacramental o incluso la confesión: imposibilidad de viajar (enfermedad, ancianos, sin medios de transporte), zona aislada sin sacerdote, medidas gubernamentales, etc.
En estos casos extraordinarios, los primeros sábados son perfectamente aceptables. Como de costumbre, las cinco peticiones a la Virgen se hacen los sábados, pero la confesión se sustituye por un examen de conciencia, y la comunión sacramental por la comunión espiritual (1) (también llamada comunión de deseo).
Cómo proceder
1/Comenzamos por hacer examen de conciencia. Después pedimos sinceramente perdón a Dios por nuestras faltas y recitamos nuestro acto de contrición. Luego terminamos diciendo, como hacemos en misa, tres veces : «Señor, no soy digno de recibirte, pero sólo di la palabra y quedaré curado».
2/ Una vez que haya hecho esta «confesión interior» en su corazón, prepare su comunión espiritual como una comunión sacramental. Permanezca en silencio, si es posible arrodillado ante una cruz, una estatua o una imagen piadosa(2). Póngase en presencia de la Santísima Trinidad, de la Santísima Virgen y asóciese a su Ángel de la Guarda. Medite durante unos minutos en la renovación del sacrificio de Jesús en la Cruz, que tiene lugar en cada misa durante la Elevación.
3/ Por último, alcanzamos la comunión espiritual haciendo un acto de deseo y pidiendo a Jesús que entre en nosotros. Para ello, podemos recitar la oración de San Alfonso de Ligorio:
«Jesús mío, creo en tu presencia en el Santísimo Sacramento. Te amo más que a nada y quiero que vengas a mi alma. Ahora no puedo recibirte sacramentalmente en mi corazón: ven al menos espiritualmente. Te abrazo como si ya hubieras venido y me uno a ti por entero. No permitas que jamás tenga la desgracia de separarme de ti.
Entonces da las gracias en su corazón como lo haría en una comunión normal.
No olvide hacer todo esto en espíritu de reparación como cada1er sábado.
Nota 1: El Concilio de Trento definió claramente la comunión espiritual: «Recibir la comunión espiritual es unirse a Jesucristo presente en la Eucaristía, no recibiéndolo sacramentalmente, sino mediante un deseoque procede de una fe animada por la caridad. » (Concilio de Trento, Sesión XII). Santo Tomás resume los frutos de esta comunión espiritual en cuatro palabras: «Como la otra comunión, sostiene y fortalece, reparaciones y se regocija.
Nota 2: Podemos tomar la bella imagen de arriba de la visión de elevación de Sor Lucía de Fátima.