Las magníficas promesas de Nuestra Señora

1. Reparación por las ofensas a los Corazones de María

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Los «Primeros Sábados de Mes» son una oportunidad para reparar los ultrajes cometidos contra el Inmaculado Corazón de María, un acto de amor y justicia hacia la Madre de Dios. Cristo mismo confirmó a la Hermana Lucía la eficacia de esta reparación: «… El Inmaculado Corazón de María me inspiró pedir esta pequeña reparación y, en consideración a ella, mover Mi misericordia.»

Este acto demuestra un profundo amor a María y a Dios, sentando las bases de una relación de fe y obediencia.

2. La paz mundial y el triunfo del Inmaculado Corazón

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La Santísima Virgen prometió que la práctica de los «Primeros Sábados» junto con la consagración de Rusia conduciría a : El fin de las guerras y del totalitarismo.

La creación de un mundo en el que reinen la paz, la justicia y la caridad.

En Fátima, anunció: «Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará… y se concederá al mundo un cierto tiempo de paz».

La Virgen profetizó un mundo renovado, con una Iglesia humilde y piadosa y una sociedad civil regenerada, donde se reconocería plenamente la gloria de Dios.

3. Ayúdanos a morir y a ir al Cielo

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Certeza de la salvación
La Santísima Virgen ha prometido asistir en la hora de la muerte a todos aquellos que cumplan fielmente cinco «Primeros Sábados» consecutivos: «… prometo asistirles en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de sus almas». (Pontevedra, 1925)

Liberación del purgatorio por llevar el escapulario
Llevar el escapulario marrón garantiza una salvación especial y la liberación del purgatorio por intercesión de María, tal y como reveló a San Simón Stock.